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Cuando la música vale ORO

| ¿Son magos? No, son músicos uruguayos que venden en tiempos de crisis. Seis artistas que en los últimos tres meses llegaron a Disco de Oro. Seis propuestas que reciben el respaldo popular en las disquerías y jerarquizan el valor del trabajo original.

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Tres semanas en las disquerías fueron suficientes para que "Eco", último trabajo discográfico de Jorge Drexler, obtuviera el reconocimiento de Disco de Oro (2000 copias vendidas). Poco más de un año y medio tardó "Salvando la distancia", segundo álbum de Sordromo, en llegar a esa cifra. Ya sea un extremo o el otro, alcanzar dicha distinción es síntoma de crecimiento, respaldo y popularidad para los artistas. En los últimos tres meses se sumaron a Drexler y Sordromo los nombres de Buitres, Laura Canoura, Trotsky Vengarán y Jorge Nasser. Al trabajo cada vez más profesionalizado ellos le suman el don de la popularidad. ¿Cómo hacen?

Primerizos. Tanto Sordromo como Trotsky Vengarán son primerizos en la obtención de un Disco de Oro. Sin embargo, no es una sorpresa que hayan alcanzado dicho reconocimiento. En los últimos tres años, donde la difusión y aceptación del rock nacional aumentó sustancialmente, estas dos bandas son las que han vivenciado el mayor crecimiento en popularidad. Ambos grupos tienen un público fiel, al mejor estilo hinchada de fútbol, que los acompaña en la mayoría de sus presentaciones en vivo, incluso hasta cuando viajan al interior del país.

En el caso de Trotsky, y luego de cinco álbumes de estudio, fue la grabación en vivo la que les permitió llegar al Disco de Oro. Hugo Díaz, guitarrista y emblema de la banda que lleva la bandera del punk uruguayo, explica cómo se siente haber alcanzado una meta tan importante: "No es una cosa inesperada porque sabés que te estás acercando a las ventas, pero de todas maneras cuando tuvimos la confirmación después nos costó caer. El Disco de Oro tiene cosas que las notás en otros aspectos, por ejemplo, uno se da cuenta que es Disco de Oro porque hace un recital un domingo y van 1500 personas. Nos costó más de 10 años de carrera pero a ‘Pogo’ le teníamos mucha fe para que pueda vender. Es un disco que reúne toda la carrera de Trotsky, además, hay discos de la banda que estaban agotados y esto le da la oportunidad a la gente de tener canciones que quizás no las tenga en otros. Es una sorpresa... en realidad yo siempre tuve fe de que todos nuestros discos iban a andar bien y siempre anduvieron mal o más o menos. Por eso, cuando finalmente llegás es una satisfacción muy grande".

Rodrigo Gómez, vocalista y compositor de Sordromo, advierte que aún está reaccionando sobre la dimensión del reconocimiento que obtuvo "Salvando la distancia": "A veces estás al palo, tocando y viviendo todo muy de adentro, pero si tomo un poco de distancia me doy cuenta que hace unos años era algo que nunca hubiera soñado. No era una meta porque antes eran mucho más cortas, había que llenar ‘Perdidos’ (pub de culto en la escena montevidena de los años 90 donde comenzaron muchas bandas) o grabar un disco, ahí es cuando decís ¡¡¡‘Carajo’!!!".

La razón principal de este éxito se sustenta en el mayor grado de profesionalismo con que encaran el trabajo ambas bandas. Más allá de que sus integrantes no pueden vivir exclusivamente de la música, Trotsky y Sordromo se autoexigen tocar en lugares donde el sonido sea siempre óptimo, tratan de adquirir mejores equipos, trabajan el disco como una obra íntegra y presentan un espectáculo en vivo y no un simple toque, entre otras cosas. La sumatoria de estos aspectos termina formando una fórmula de seducción sonora expresada en buenas canciones y performances que tienen nivel para competir en cualquier rincón del Río de la Plata.

Gómez se refirió a la mayor "seriedad" con que se encara el rock actualmente: "Vos no podés hacer un show para miles de personas y que se corte porque tenés una zapatilla que vale $ 20, no podés dejar de tocar porque no tenés cuerdas de repuesto. En la medida que hay más trabajos, más discos, la gente también se profesionaliza en el ojo o en el oído. A mí me gustaría que cuando pase un tiempo y escuche mis discos cada uno de ellos tenga un significado importante, para mí y para la gente también".

Uno de los grupos de rock pioneros en trabajar de forma altamente profesional en todas sus áreas es Buitres. Gabriel Peluffo, vocalista, compositor y líder natural de la agrupación, estimó que para 2005 la banda alcanzará los 50 mil discos vendidos, si sumamos toda su discografía. Hasta el momento Buitres recibió cuatro Discos de Oro en toda su carrera, sin embargo, las ventas avalan el merecimiento de Platino en trabajos como "Maraviya" (8 mil unidades) y "Buitres 10 Años" (8 mil unidades).

Por fuera de incumplimientos por parte de ciertos sellos y de la Cámara Uruguaya del Disco (CUD), Peluffo valora enormemente que "Mientras", último álbum de la banda, se haya transformado en Disco de Oro: "Para nosotros es un orgullo que se vive íntimamente. Es un símbolo del reconocimiento del medio en el que desarrollás tu actividad. No es tu objetivo, pero te aseguro que te ponés muy contento cuando alcanzás tales cifras de venta. Es más, si cualquiera de las compañías con que trabajamos, o la CUD, nos hiciera un reconocimiento de ventas (en vida) -porque debemos estar entre los artistas con autoría propia que más han vendido discos en este país- estallaríamos de alegría".

Jorge Nasser, quien obtuvo su primer Disco de Oro en 1992 con Níquel y que ahora sumó la misma distinción por su segundo trabajo solista "Milongas del querer", sostuvo que en los últimos años la música uruguaya se profesionalizó mucho y agregó que las señales más claras de este suceso son las facilidades para grabar, la promoción, la incursión de managers, entre otras cosas.

En los últimos años, la posibilidad de que el rock alcance buenos niveles de venta dejó de ser, en muchos casos, un ideal para transformarse en un hecho. A los citados discos de Buitres se pueden sumar ejemplos más grandes, como "De Bichos y Flores" (2001) de La Vela Puerca que superó las 16 mil copias vendidas. Peluffo atribuye este crecimiento a la última década: "Hay una constante: en los últimos 10 años siempre hay bandas de rock con niveles de venta muy buenos o excelentes. Níquel, El Cuarteto Nos, La Tabaré, El Peyote Asesino, La Vela Puerca, No Te Va Gustar, La Trampa, a los que se suman las bandas que ascendieron en popularidad en los últimos tres años. Me parece que el rock nacional no es un movimiento; sin embargo, hay una línea mantenida desde mitad de los 80. Llaman más la atención las explosiones de popularidad que los períodos en los que hay quietud general. A nosotros entre el 93 y el 95 nos fue bárbaro, sin embargo nadie se enteró. Vendemos mucho más de lo que se cree. En esa línea hay una tendencia al bajo perfil y a no ‘depredar’ tu minuto de gloria. Todas las bandas que ‘llegan’ se preocupan muchísimo por perdurar".

La otra parte. El público representa la otra "pata" de este asunto. La gente fue quien llevó a Trotsky, Sordromo, Buitres, La Vela Puerca, No Te Va Gustar y otras bandas a un grado de popularidad que nunca antes había tenido el rock en Uruguay. Díaz reconoce que hoy el rock vende y está de moda, sin embargo, advierte que ya hay una base generada que trascenderá la euforia actual: "Lo que faltaba era un poco de difusión, que la gente se enterara y se diera cuenta que acá hay bandas que suenan muy bien, que se preocupan de todos los detalles y que son muy profesionales. A nosotros nos pasa cuando lo vemos en los adolescentes jóvenes, tipos de 12 ó 13 años: yo a esa edad ya había elegido la música que quería escuchar para el resto de mi vida. Para mí es alucinante que alguien de 12 años escuche Trotsky, Sordromo, La Trampa... porque eso quiere decir que va a escuchar rock and roll y el día que vaya a un recital no se va a olvidar nunca más. Eso trasciende la sensación de si te pasan mucho por la radio o si vendés muchos discos, la sensación que generan las bandas de rock cuando tocan en vivo es una cosa que alguien que le gusta el género es difícil de suplantar con otra cosa. Una vez que la gente se acercó creo que es responsabilidad de la banda envolver, empaquetar y quedarse con la gente, no sé si para siempre, pero si el día de mañana no se escucha tanto rock creo que hay muchas bandas que ya están a salvo de un eventual declive por el trabajo que han hecho. A nosotros nos pasa que como tocamos por todos lados nos concientizamos que la gente cuando va a ver a Trotsky va a presenciar un show de rock. Antes lo tomábamos con otra responsabilidad, en la época de ‘Perdidos’ nos mamábamos".

"Bolero" fue el álbum que le permitió a Laura Canoura alcanzar su tercer Disco de Oro (antes lo había conseguido con "Puedes oírme" y "Esa tristeza", este último llegó a ser Disco de Platino). La voz de una de las mejores intérpretes femeninas de Uruguay puesta al servicio de un repertorio que reúne los mejores boleros de todos los tiempos significó una fusión atrapante y delicada. La cantante, que este año cumplirá 25 años de carrera artística, comparte el mérito y reconocimiento con su gente: "De todos los premios que pueden darle a un músico, el Disco de Oro es el que más lo vincula con su público. Uno no puede dejar de pensar cuando lo está recibiendo, que hay un par de miles de familias (antes eran 3 mil) con tu disco entreverado con sus músicas preferidas. Es un premio de ambos, público y artista".

Piratas de platino. La piratería abarca cerca de un 50% del mercado discográfico uruguayo. La relación que habitualmente se hace es que por cada original se venden tres piratas, esto quiere decir que las ediciones ilegales alcanzan cifras superiores al Disco de Platino. Pese a que el problema demuestra tener un crecimiento parejo y paralelo a nivel mundial, las autoridades uruguayas se han mostrado demasiado ineficaces para frenar un drama que afecta directamente a los artistas.

Dentro de este contexto la venta de originales puede resultar toda una odisea y, por lo tanto, llegar al Disco de Oro resulta para los propios músicos un mérito doblemente valorable. "Es una demostración de que todavía queda gente que opta por el producto de origen, con su arte, sus fotos, su diseño... el disco como objeto. No tengo muy claro si la gente toma conciencia de cuánto afecta al artista la compra del disco pirata. Lo que sí me sorprende es que digamos, en la imaginería adulta, que los adolescentes son los que menos compran música original, por una cuestión específicamente económica... y esto está demostrando que no es así. Está demostrado que seguramente el público joven es mucho más fanático de sus artistas y mucho más consciente del valor que tiene tener el disco original", señaló Canoura.

Para Peluffo obtener un reconocimiento por la venta de álbumes originales es un hecho que jerarquiza el vínculo del grupo con su público. Por su parte, el guitarrista de Trotsky Vengarán marcó las diferencias entre la piratería casera y la organizada: "Hasta hace un tiempo nosotros todavía estábamos libres de la piratería organizada, del tipo que te vende el disco con la tapa fotocopiada en la feria. Eso te marca que estás en un nivel de popularidad grande, pero por otro lado es un mazazo. Antes estábamos expuestos a la piratería amateur -el pibe que se compra el disco y se lo graban sus compañeros de clase- y eso yo no lo puedo ver mal. A mí personalmente no me gusta piratear música, no tengo discos grabados en mi casa. Nosotros tratamos de hacerle entender a la gente que llegar a una cifra como Disco de Oro nos facilita mucho el terreno para el futuro, o sea, una banda que alcanzó ese reconocimiento puede manejarse con otra soltura a la hora de grabar un disco en el futuro porque ya demostraste que si se te dan las condiciones lo vas a hacer bien. En nuestro caso cada disco que se vende es como hacer un gol".

Gerardo Minutti

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