Al final de la primera temporada de , Virginia de la Mora se va, dejando atrás a su familia. Para la segunda temporada, murió —Verónica Castro decidió no regresar a la serie creada por Netflix— por ello, para el cierre, optó por regresar al personaje.

La Vero no vuelve, pero sí Virgina en el cuerpo de la actriz Isabel Burr, quien dará vida a una versión suya joven en la década de los 70.

En entrevista, Manolo Caro comentó que el final de "La casa de las flores" estaba planeado desde que creó la serie hace tres años.

“Lo interesante está en ver cómo eran nuestros protagonistas maduros en su juventud, ya que a través de ellos podemos hablar de otros temas”, indicó el realizador, quien agregó que es un final definitivo.

Al hacer un balance de lo que ha representado para él esta serie, que estrena su tercera temporada hoy, Caro resaltó el hecho de que fuera su entrada al servicio streaming, en el que desarrollará algunos contenidos más como la miniserie española "Alguien tiene que morir".

Tambié lee: 

“Me ha dado la oportunidad de hacer televisión, yo había hecho teatro y cine pero series nunca. Me hizo probar este formato del que me he enamorado y me ha permitido seguir hablando de los temas que considero convenientes hablar”.

Temas que se han podido ver en "La casa de las flores", donde se ha hablado abiertamente de parejas gays, adulterio, drogas, sectas religiosas y sacerdotes no célibes, entre otros.

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

Fue un placer aprender juntos a amar con libertad. La temporada final ya está disponible.

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“Creo que cuando un personaje te confronta como espectador te resulta incómodo, porque te exponen lo que pasa en la realidad”, dijo.

Dentro de estos temas “incómodos”, Manolo explorará en esta temporada final las supuestas conversiones de personas homosexuales en heterosexuales con el personaje de Diego Olvera (Juan Pablo Medina), quien tras no ser aceptado por sus padres, va a un seminario para dejar de ser gay. Ahí se encontrará a su primo (Ricardo Polanco), quien “dejó de ser gay” tras las pláticas.

“Me da tristeza que haya personas que aún piensen que algo puede hacerlos cambiar su orientación. Lo que tratamos de hacer con la serie es dar ese mensaje de que cada quien puede ser lo que quiera”.

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